¿Es posible abrir un restaurante sin dinero? por supuesto que sí.

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Si sueñas con abrir tu propio restaurante pero no cuentas con el capital necesario, no te preocupes. Aunque parezca imposible, existen formas creativas y efectivas de iniciar en el negocio sin una inversión significativa.

Este artículo está dirigido a personas emprendedoras que desean adentrarse en el mundo de la gastronomía y buscan alternativas viables para empezar sin necesidad de contar con mucho dinero.

Si en tu caso, consideras que este tema se queda corto y ya estás en otras ligas, no leas esto, en su lugar te recomendamos: Abrir un restaurante: Cómo planificar y manejar tu presupuesto inicial con éxito

Sabemos que, en términos generales, la apertura de un restaurante requiere cierta inversión, a veces hablamos de inversiones enormes que están fuera del alcance de muchas personas.

En nuestra serie de artículos sobre cómo abrir un restaurante, hemos detallado los aspectos financieros necesarios, desde el mobiliario hasta el inventario de alimentos.

Sin embargo, esta vez te compartiremos un enfoque diferente: cómo abrir un restaurante sin necesidad de tener mucho dinero disponible.

La idea detrás de un experimento

Déjame contarte cómo logramos hacer realidad uno de nuestros restaurantes sin necesidad de invertir dinero al inicio.

Se trató de un experimento que, afortunadamente, resultó ser un éxito rotundo.

Cómo empezó todo

En el año 2011, asistimos a una capacitación con un experto en marketing que nos habló del potencial de las redes sociales para los negocios, especialmente en el sector restaurantero.

En esa época, no se tenían los avances que se tienen actualmente, de hecho, en cierta medida en algunos países, las redes sociales estaban todavía despegando en popularidad.

Inspirados por esta idea, decidimos probar un enfoque que consistía en crear una comunidad en línea antes de tener un restaurante físico.

«Comunidad» suena como algo muy grande e importante, pero en realidad, en nuestro caso, no era más que un pequeño grupo de personas a la que le ibamos a ofrecer y vender comida y ya está.

El objetivo era ofrecer comida a domicilio promocionada exclusivamente a través de redes sociales, específicamente una página de Facebook enfocada en nuestra área local.

Lanzamiento de la fan page

En enero de 2012, lanzamos nuestra página de Facebook y comenzamos a ofrecer comida japonesa.

Fue sorprendente lo rápido que la gente mostró interés. Desde el primer día, probablemente por el tipo de comida y por lo novedoso del tema, recibimos mensajes de personas pidiendo información sobre el menú, e incluso comenzamos a recibir pedidos solo tres días después de haber iniciado.

Durante las primeras dos semanas, logramos entregar entre 3 y 5 pedidos diarios. Era un comienzo modesto, pero nuestras expectativas se superaron rápidamente gracias al poder de las recomendaciones y de las redes sociales.

La combinación de una oferta atractiva y la capacidad de segmentar el público de nuestra zona resultó ser una estrategia ganadora.

No era gran cosa, eran pocos pedidos, pero viendo el vaso medio lleno, estábamos comenzando a recibir dinero a cambio de nuestra comida y eso nos gustaba.

Crecimiento a través de recomendaciones y publicidad

Decidimos seguir adelante, para ver, como diría Marco Antonio Solís: «A dónde vamos a parar?» con esto.

El pequeño proyecto no era exigente en cuanto al tiempo, no teníamos costos más allá de los ingredientes y empaques. No estábamos presionados de ninguna forma, y, sin que nos diéramos cuenta, poco a poco íbamos creciendo.

Poco a poco, el negocio empezó a florecer. Cada día llegaban más pedidos, creo que a medida que nuestros seguidores en la fan page aumentaban, también crecían nuestras ventas.

En poco tiempo, nuestras publicaciones comenzaron a ser más compartidas y nuestras promociones se difundieron de boca en boca.

Aunque más que eso, pienso que realmente lo más importante era que la comida era muy buena y estoy casi seguro que eso fue clave para que las recomendaciones se fueran dando más y más.

Para mediados de 2013, habíamos alcanzado más de 15,000 seguidores en Facebook y procesábamos entre 35 y 40 pedidos diarios.

Dos personas más nos ayudaban. Todavía teníamos un ritmo relativamente sin presión, porque únicamente trabajábamos unas cuantas horas al día, y estas dos personas adicionales se encargaban de los pormenores.

Sin necesidad de un restaurante físico, ya teníamos “algo” que, poco a poco, iba tomando forma. Nuestros costos operativos eran bajos, y “eso” se fue convirtiendo en un negocio que realmente se volvió bastante rentable.

Escuchar al cliente y expandirse

Algo inesperado ocurrió mientras disfrutábamos de nuestro éxito como esa especie de mini-restaurante virtual.

Nuestros clientes comenzaron a pedirnos que abriéramos un local físico.

Algunos lo hacían como broma o como comentario al azar, pero realmente muchos querían un espacio donde disfrutar de nuestros platillos en compañía de amigos o hasta en una cita romántica, ya sabes, las cosas por las que uno va a un restaurante.

Aunque inicialmente habíamos descartado la idea, las condiciones se fueron dando, el clamor de nuestros clientes fue tan fuerte, un negocio cercano cerró sus puertas dejando un local bonito (y barato) disponible, teníamos ganancias para comprar las cositas que se necesitaban y fue entonces que decidimos dar el siguiente paso.

Apertura del local físico

Más o menos en agosto o septiembre del 2013, abrimos el pequeño restaurante con capacidad para 20 mesas.

Era un poco feo, la verdad, jajaja. Realmente no habíamos planeado nada; solo habíamos comprado los muebles y, entre mi esposa y yo, pintamos nosotros mismos. No contratamos a profesionales en decoración de interiores ni nada por el estilo (ni siquiera conocía a nadie que trabajara en eso).

A pesar de que no era el más bonito, el local rápidamente se convirtió en un lugar popular, y nuestra base de clientes leales comenzó a visitarnos en persona.

La decisión de abrir un espacio físico fue impulsada por las necesidades y deseos de nuestros clientes, y resultó ser una de las mejores decisiones que tomamos.

Además, seguimos entregando pedidos a domicilio, aumentando a unas 60 entregas diarias, lo que casi duplicó nuestras ganancias.

Pienso que fue de gran ayuda que el establecimiento tuviera estacionamiento. Si estás pensando en hacer algo parecido, debo decirte que un parqueo o estacionamiento puede ser fundamental.

Reflexiones finales

Nuestro experimento demostró que es posible abrir un restaurante sin necesidad de mucho dinero, aprovechando las herramientas que tenemos a nuestro alcance, como las redes sociales.

Si tienes una idea y pasión por el sector, anímate a intentarlo.

Comenzar sin dinero puede parecer arriesgado, pero si pones en práctica estrategias inteligentes y te enfocas en tu comunidad, no tienes nada que perder y mucho por ganar.

Eso sí, la comida debe ser muy buena, debe ser deliciosa. Si no, yo creo que no podría funcionar.

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