Es difícil de aceptar, pero en ocasiones, el principal problema de un restaurante puede ser el mismo jefe o dueño. En este artículo compartimos detalles importantes sobre el tema.
Los seres humanos por naturaleza no somos perfecto ni tampoco tenemos la capacidad de aprenderlo todo y saberlo todo. Cuando somos nuevos en el negocio de los restaurantes, esto se ve claramente reflejado y se convierte en un verdadero problema cuando las decisiones quedan en manos de una sola persona: el jefe, que al principio normalmente suele ser el mismo dueño del negocio.
Cuando estamos comenzando, ya sea porque estamos abriendo un restaurante totalmente nuevo o hemos comprado uno que ya estaba operando, es normal que desconozcamos muchas cosas pero «lo solventamos en el camino» y cada día nos da nuevos conocimientos y experiencia que nos permite ir mejorando nuestro negocio.
Esta técnica funciona muy bien, yo mismo la viví en carne propia cuando abrir mi primer restaurante. El problema es que requiere demasiada disciplina para poder ser constantes y en nuestro recorrido como nuevos empresarios de restaurantes, es normal que vivamos dos momentos que son extremadamente difíciles de manejar .
Momentos difíciles de manejar:
- 1 – Momento de duda.
Solemos tener dudas y estar desesperados cuando vemos que no llegan demasiados clientes, cuando notamos que las ventas han bajado o cuando nos damos cuenta que un restaurante es más complicado de lo que esperábamos. Esto suele ocasionarnos estrés y eso termina nublando nuestra mente ocasionando que nos desenfoquemos y eso nos dificulta la solución de problemas y la implementación de cambios. - 2 – Momentos de comodidad.
Solemos tener estos momentos cuando vemos que las cosas marchan bien. Nos sentimos en un punto de tranquilidad y cuando caemos en esto, solemos ser mucho más lentos a la hora de realizar cambios y eso hace que bajemos el ritmo a la hora de implementar ajustes que sabemos que son necesarios, pero no los hacemos porque estamos tranquilos.
En resumidas cuentas, es bastante normal que como jefes, debido a lo antes mencionado, cometamos muchos errores y que esos sean los que originen buena parte de los problemas que no permiten que el restaurante salga adelante.
Paradójicamente, la persona que quiere sacar adelante al restaurante, termina hundiéndolo por culpa de los errores que comete sin saberlo.
Esto es casi como dispararse uno mismo en el pie.
El asunto se complica todavía más, si como jefes somos personas que no escuchamos a los empleados o si somos personas explosivas a las que los empleados nos tienen miedo. La gente evitará hablarnos de los problemas que estamos ocasionando y ese es el principio de una catástrofe.
¿Cómo identificar si el jefe es el principal problema de un restaurante?
A continuación mencionaré una serie de puntos que permiten identificar si un jefe es el problema mayor en un restaurante. Si como jefe te resulta familiar alguno o varios de los puntos mencionados, es hora de cambiar si no quieres que tu restaurante se vaya en picada.
- 1 – Prefieres utilizar productos enlatados por comodidad. Es una orden que has dado y los cocineros deben utilizarlos para que el restaurante pueda «ahorrar».
- 2 – No das libertad a los cocineros para que con sus conocimientos, recomienden cambios a las recetas del restaurante. Te molesta la sola idea de que un «cocinerito» te venga a decir como hacer la comida en tu restaurante.
- 3 – Tu restaurante está comenzando y no sueles involucrarte con los problemas diarios que se dan con platillos, con quejas de los clientes, etc. Estás más preocupado por el dinero que por estos «detalles de operaciones».
- 4 – Hablas mal de algún cliente que se haya quejado y lo haces frente a empleados. Sin saberlo estas ocasionando que los empleados reduzcan importancia a las quejas y no sientan el respeto debido por los clientes.
- 5 – No tienes estandarizadas las recetas del restaurante, buena parte de los platillos se preparan «calculando».
- 6 – No te ha importado crear manuales de puestos de trabajo que especifiquen todas las funciones.
- 7 – Eres tu mismo el que realiza las compras de emergencia, en ocasiones debes abandonar el restaurante para ir a comprar y no te enteras de los detalles menores que pasaron mientras no estabas.
- 8 – Eres duro con los empleados que cometen errores y no te importa que el resto de empleados escuchen. Crees que «eso les servirá de ejemplo» cuando en realidad lo único que logras es hacerlos sentir menos importantes y que se desmotiven.
- 9 – Eres flojo. Sabes que debes realizar algunas tareas relacionadas con cambios en el restaurante pero no lo haces. «la otra semana voy a comenzar» es la frase de batalla de los jefes flojos.
- 10 – Crees que no tienes la culpa de los problemas. Siempre tienes un culpable para todo.
¿Te identificaste con alguno de esos puntos?
Probablemente no, porque lo más grave es que ni siquiera nos pasa por la mente la idea de que nosotros seamos el principal problema del restaurante.
Si muestras esta lista a tus empleados, verás que van a notar que al menos uno de los puntos te está describiendo a la perfección. O mejor aún, si les preguntas a tus empleados que errores creen que cometes, ellos te pueden dar otros puntos adicionales a los de la lista.
Hay que evitar ser el principal problema del restaurante. Evita al menos los 10 puntos aquí mencionados y verás como poco a poco estarás dejando de ser el problema mayor.
Si de corazón, no te sentiste identificado con esta lista, ¡te felicito!, eso es una buena señal que indica que vas haciendo bien las cosas. Pero si en el fondo SI te sentiste identificado… es momento de trabajar para cambiarlo.